Garcé sobre caso Astesiano: “La imagen del presidente sale muy dañada”

En las últimas semanas, el gobierno y el propio presidente Luis Lacalle Pou, han sido objeto de cuestionamientos por distintos hechos que han protagonizado.

Primero fue el caso del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, a quien el gobierno le entregó en 2021 un pasaporte cuando estaba detenido en Dubai, con el cual pudo salir de ese país y darse a la fuga con paradero desconocido hasta el día de hoy. Marset fue señalado como el posible autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci. Las implicancias de este caso generaron duras críticas de la oposición y una doble interpelación de los ministros del Interior y Relaciones Exteriores.

Luego de este hecho, el gobierno se vio nuevamente en el centro de la polémica por modificar la reglamentación antitabaco y permitir las cajillas blandas, así como la incorporación de elementos distintivos en los cigarrillos y en el interior de las cajillas. Aunque en principio el gobierno señaló que las modificaciones eran para combatir el contrabando, el propio presidente reconoció luego que la flexibilización en el empaquetado de cigarrillos fue para beneficiar a la tabacalera Montepaz.

El último escándalo que ha tenido que enfrentar Lacalle Pou fue la detención del jefe de su custodia, Alejandro Astesiano, quien fue imputado esta semana por falsificar documentos oficiales para que ciudadanos rusos obtuvieran un pasaporte uruguayo.

Este último hecho se consideró una herida directa al corazón del gobierno, por la cercanía que Astesiano tenía con Lacalle Pou y por el puesto de confianza que ocupaba, integrando el círculo más íntimo del primer mandatario.

Escuchá el análisis del politólogo Adolfo Garcé sobre cómo impactan estos hechos en la figura del presidente y el gobierno.