Las colillas de cigarrillos y su daño medioambiental
Lo que hagamos en la siguiente década tendrá un impacto profundo en los siguientes miles de años, por lo que no hay tiempo que perder. Sobre esto reflexiona, en su agenda ambiental en Informativo Carve del Mediodía, la doctora Valeria Uriarte.
Existen jóvenes en todo el mundo realizando acciones para ayudar al medio ambiente. Un ejemplo de ello es la presencia de varios ambientalistas, entre ellos Greta Thunberg, en el Foro Económico Mundial de Davos. Allí brindan su opinión y proponen soluciones para reivindicar acciones en contra del cambio climático.
En el mundo entero surgieron movimientos de personas que buscan soluciones para frenar este fenómeno, como es #FridaysForFuture, que es integrado por jóvenes de todo el mundo, incluido Uruguay, que se movilizan en busca de conciencia ciudadana sobre este tema y exigen a sus gobernantes acciones.
Cada vez más jóvenes se suman a estas iniciativas para cuidar los bosques, selvas, océanos, el agua, sus comunidades, evitar el consumo de plástico, e incentivar el consumo de energía limpia, entre otras medidas.
Una de las acciones que se están llevando a cabo en Uruguay, destacada por Uriarte, es la movida de recolección de colillas de cigarrillo, que a pesar de su tamaño y aparente inofensiva, tienen un impacto negativo de gran magnitud.
Según los datos manejados por National Geografic se desechan cerda de diez mil millones de colillas diarias. Estas a su vez, representa entre el 30 y el 40% de los residuos que se recogen en actividades de limpieza de urbes y playas.
Según la organización Ocean Conservancy tirar una colilla significa contaminar hasta 50 litros de agua potable, ya que el filtro conserva la mayor parte de nicotina. Además el alquitrán del que están elaboradas es un derivado del petróleo llamado acetato de celulosa, material no biodegradable que tarda alrededor de diez años en descomponerse.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud para elaborar 300 cigarrillos es necesarios talar ocho árboles, y eso sin contar los árboles usados para el papel del mismo y sus cajillas. A todo esto hay que sumar la madera que se utiliza como leña para curar las hojas y adquieran ese aroma característico.
