Uruguayo en Nueva York: ¿Cómo es vivir en tensión por un posible atentado?

 Uruguayo en Nueva York: ¿Cómo es vivir en tensión por un posible atentado?


Esta mañana Juan Andrés Fagúndez, un uruguayo que vive en Manhattan desde 1988, estaba esperando el subterráneo como hace habitualmente para ir a su trabajo cuando escuchó por altoparlantes que se estaba desarrollando una investigación policial en la zona. Inmediatamente en su teléfono encontró la causa: a seis paradas de su ubicación hubo una explosión y pudo ver en tiempo real los videos que circulaban en las redes sobre el evento.

Es que a las 7:20 de la mañana se produjo una detonación en la estación Port Authority, la terminal de ómnibus más concurrida de Nueva York, que dejó a cuatro personas heridas. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, calificó la explosión como un “intento de ataque terrorista” y según informó el Departamento de Policía de Nueva York el presunto atacante, un joven de 27 años, fue detenido en el lugar.

Fagúndez llegó una hora y media después de lo habitual a su trabajo, un lugar donde hay 216 trabajadores y todos llegaron tarde. “Con un evento como este la ciudad se para inmediatamente”, señaló y dijo que en este caso el ataque sucedió “en el lugar más movido a la hora más caótica”, ya que la estación Port Authority es un punto neurálgico para la ciudad, por donde transitan miles de personas que se movilizan hacia diferentes puntos de Nueva York. Fagúndez además agradeció que el ataque no salió como el perpetrador había planificado, porque hubiera sido un “desastre terrible”.

“Cuando uno vive en una de las capitales del mundo tiene la responsabilidad de cuidarse, vivimos en un estado de alerta que no es fácil”, dijo el uruguayo y señaló que en el momento posterior al evento es fundamental mantener la calma, no sólo en las zonas cercanas al ataque sino en toda la ciudad. “Al mantener la calma uno se asegura que no le den un tiro, porque la policía no pregunta dos veces cuando estamos en estado de alerta”, dijo.

“Somos 30 mil los uruguayos acá y no es que estemos curtidos, sino que estamos alerta y entrenados”, dijo Fagúndez y recordó que lo primero que hizo cuando se enteró del lugar del atentado fue pensar en el hombre que vende garrapiñada en Times Square, otro uruguayo, que trabaja en la intersección de la Avenida Broadway y la Séptima por la mañana.

“Cada vez ponemos el corazón más cerca de nuestra patria, cada vez nos acodamos de nuestra familia que está allá y recordamos lo lindo que es vivir en Uruguay con un poco de tranquilidad”, dijo el hombre que reafirma su apuesta a un proyecto de vida a más de 8 mil kilómetros del lugar donde nació.

Fagúndez tiene tres hijos, dos en Montevideo y una niña pequeña en Nueva York, y expresó que debido al temor no puede compartir algunas actividades con su hija como ir a ver el árbol de navidad del Rockefeller Center o una exposición de trenes antiguos en la estación Grand Central, “porque no nos gusta el amontonamiento y la peligrosidad que implica ir con una niña de tres años”. “Cosas como esa son las complicadas”, indicó y explicó que quienes viven en Nueva York lo hacen con “tensión” porque les ha tocado vivir varios atentados.

Otras Noticias