La guerra de la posverdad amenaza la desinformación, la manipulación y la polarización

La doctora en Ciencias Sociales, investigadora, periodista y presidente de Infociudadana (Buenos Aires), Adriana Amado, entiende que el mundo está asistiendo a la primera guerra de la posverdad.

En diálogo con Informativo Carve del Mediodía Amado destacó que “los engaños, las falsedades periodísticas, las operaciones de prensa” asociadas a hechos políticos existieronsiempre,pero desde 2016 empezó a observarse un fenómeno de impacto asociado a sucesos como el Brexit o las elecciones de Estados Unidos.

En concreto, destacó que la guerra entre Rusia y Ucrania ha sido legitimada desde un aparato de medios de comunicación que deprenden directamente de la oficina de prensa y propaganda del gobierno ruso.

“Las grandes guerras del siglo pasado se gestaron junto con los medios masivos y las teorías de la hegemonía ideológica. La guerra de la posverdad está experimentando con las plataformas y la falta de certezas”, resaltó.

A su vez, indicó que ésta es la primera guerra que trasmite directamente las víctimas. “Nunca se había dado esta intensidad de información. Hay una presión social que va a hacer que esto organismos que suelen ser muy burocráticos y largos, actúen más rápido y cambien de posición”, agregó.

“Es complejo determinar quien dice la verdad y si hay una sola verdad, lo que nos podemos conformar es con tener hechos verificables. Por este clima de época también se nos ha relativizado esta idea de determinar quien tiene la razón, quienes son los buenos y quienes los malos. El escepticismo generalizado habla más de estas épocas que la posibilidad de un engaño colectivo, como uno podía suponer en la propaganda de las anteriores guerras”, expresó la investigadora.

En la misma línea expresó que la idea de que hay que escuchar dos campanas es muy afín a la polarización. “Los hechos no tienen dos campanas, los hechos son los hechos, pero cuando ya entramos en esta idea de que depende de qué lado lo veamos, uno contribuye a la polarización, porque esa perspectiva generalmente tiene que ver con una visión ideológica, no fáctica”, explicó.

“Se ve a los hechos con un prejuicio, un preconcepto. En esa lógica de polarización crecen los populismos, porque siempre hay que tener un enemigo. Creo que acá es donde se está rompiendo esa idea de polarización donde se había montado Putin, de Rusia defendiendo al pueblo de los enemigos, cuando en la calle hay rusos manifestándose y diciendo ‘esta no es mi guerra’. En sistemas cerrados era factible decir ‘ellos son los malos’, ‘estos son los malos’, ‘nosotros los buenos’, y generar cierta adhesión a cierta polarización, pero en un sistema donde todos los ciudadanos están empezando a aportar, se empieza a fragmentar ese uso político del enemigo como parte de una polarización”, resaltó.

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