¿Cómo trabaja el equipo argentino que participó de la identificación de otros uruguayos desaparecidos?
Restos óseos humanos fueron encontrados este martes en el Batallón N°13 por parte del Grupo de Investigación en Arqueología Forense del Uruguay. El miércoles se dio a conocer que se trata de esqueleto completo, que ya fue retirado de la zona de excavación. El Grupo de Familiares de Detenidos Desaparecidos solicitó que fuera llevado a Argentina, donde le realizarán un análisis de ADN.
Nilo Patiño, integrante del Grupo de Familiares, dijo el miércoles a Así nos va que en Uruguay se realizan cotejos de identidad en sangre y no en restos óseos. Esta diferencia en la técnica llevó, según expresó Patiño, a que hubiera errores en el pasado. Para evitar las dudas, desde entonces se analizan los restos en laboratorios argentinos y españoles.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) estudió tres de los cuatro restos de desaparecidos que se encontraron, en Uruguay, desde 2005. Este grupo también permitió identificar los restos de 17 uruguayos desaparecidos en Argentina durante la dictadura, informó Presidencia dos años atrás.
Luis Fondebrider, integrante del EAAF, dijo a Así nos va que aún no recibieron una comunicación oficial confirmado que trabajarán en este caso pero señaló ha mantenido conversaciones con los integrantes del grupo de antropólogos que hicieron los hallazgos. “Estamos para colaborar si necesitan algo”, indicó.
“Estamos colaborando desde 2001 con el gobierno uruguayo y con los familiares desde antes, nos interesaba mucho porque hay muchos uruguayos desaparecidos en Argentina. Lo primero que hicimos fue tomar las huellas”, dijo Fondebrider y señaló que “hay 196 perfiles de uruguayos desaparecidos”. “Nosotros tenemos muestras de 160 ciudadanos uruguayos, nos faltan algunos y es una tarea que tiene que seguir haciendo el Estado uruguayo”, sostuvo.
El antropólogo enfatizó en que “la identificación de un cuerpo no se basa solamente en la genética; es una análisis antropológico, médico, odontológico”. “No hay que poner tanto énfasis en la genética, sino verlo como un estudio multidisciplinario”, agregó.
Fondebider dijo que en estos casos se les envía un fragmento de cinco o seis centímetros de un hueso del fémur o la tibia y dos o tres piezas dentales en buenas condiciones. “Eso debería ser trasladado a Buenos Aires con la cadena de custodia correspondiente y después lo remetimos a la provincia de Córdoba. Nuestro laboratorio se especializa en este tipo de casos complejos, donde el ADN está en huesos y está más degradado”, explicó el antropólogo y acotó: “desde el momento en que recibimos las muestras y empieza a trabajar el laboratorio de genética en una o dos semanas tendríamos los primeros resultados”.
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