A tres años del tornado en Dolores todavía hay estudiantes en contenedores

 A tres años del tornado en Dolores todavía hay estudiantes en contenedores

Hace tres años un tornado con una velocidad de 284 kilómetros por hora arrasó la ciudad de Dolores y dejó consecuencias que todavía perduran.

Unos 1.800 padrones fueron afectados por el tornado y 200 hogares tuvieron que ser hechos de nuevo. Otros 200 pudieron ser refaccionados y un barrio entero tuvo que mudarse a un complejo que se construyó después del fenómeno.

Los liceales fueron a estudiar a unas aulas especiales que se construyeron en contenedores. Estos espacios habían sido especialmente acondicionados para ellos, pero la refacción de los liceos de la ciudad se volvió una prioridad para los doloreños.

Javier Utermark, alcalde de Dolores, dijo a Así nos va que los ciudadanos aún aguardan por la reconstrucción de dos centros educativos: el Liceo nº2, que está en obras, y la escuela rural nº64, donde “todavía no hay un plan para su mejora”.

El alcalde indicó que en marzo de este año “recién pudieron empezar las clases en el liceo Roberto Taruselli”, mientras que “el otro liceo todavía continúa en obras y los chiquilines están en contenedores aún”. “Lo mas probable es que para el año que viene o a fines de este año esté terminado ese liceo, el Liceo nº2 Juan Baustista Herrero, que era una casa bastante vieja y se tiene que hacer de cero”, señaló Utermark.

“Todos pensábamos que iba a ser más rápido, sobre todo la refacción del Liceo nº1 (Roberto Taruselli). La refacción era arreglar parte de la estructura e iba a ser un poco más rápida la vuelta a la normalidad de los chiquilines; no sucedió así pero quedó en muy buena forma, hay que decirlo”, recocnoció el alcalde y acotó: “Los plazos en nuestro país siempre son un poco más largos que en otros pero va encaminado”.

Según dijo Utermark a Así nos va la mayor preocupación en este momento es la reconstrucción de la Escuela Rural nº64. “Todavía se está dando clases en contenedores, es una escuela rural próxima a un barrio que se voló aquí cerquita, a unos 800 metros”, dijo el alcalde y agregó: “Todavía no hay un plan para su mejora, están dando clase en contenedores y se dijo en una primera instancia que se iba a hacer una escuela con algo prefabricado. Pero todavía no ha empezado una obra, y sabemos que todavía ni se ha llamado a una licitación para la construcción de la escuela”. “Esa escuela sí está bastante olvidada, ya hace más de 3 años y no sabemos todavía qué se va a hacer”, sostuvo.

El tornado que afectó Dolores fue el segundo más dañino en la historia uruguaya. Cinco personas murieron y se estima que una tercera parte de los 18.000 habitantes de la ciudad tuvo problemas serios en su vivienda o lugar de trabajo. En este sentido, una de las preocupaciones en el momento fue brindar asistencia psicológica a los afectados, pero según el alcalde de la ciudad no hubo continuidad en el asesoramiento ni un seguimiento a esas familias. “En los primeros meses hubo apoyo y contención, pero pasado el tiempo obviamente que no, quedó a mi entender medio complicado el tema porque no hubo apoyo. Ni que hablar que en el hospital para pedir turno para un psicólogo o un psiquiatra demora tres o cuatro meses”, dijo Utermark.

“No hubo un plan de seguimiento a las familias y los chiquilines. Lo hemos reclamado pero en ese tema creo que faltó, se está a tiempo todavía a enmendar lo que sucedió. Creo que [tanto] desde la Educación como Salud Pública no se tuvo la contención en el tiempo que lo pasado acá en Dolores merecía, porque han quedado secuelas obviamente. Ante cualquier tormenta ya están mirando el cielo para ver que no pase nada raro, la gente sigue con miedo, sobre todo los chiquilines, o sea que es un tema que quedó en el tintero”, indicó el alcalde.

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