Gabriel Camilo: La cárcel y la libertad

Estuvo más de 20 años preso, entre varias veces que “perdió”, como se dice. Cuando estaba en el Penal de Libertad, su hija chica un día lo llamó y le dijo que tenía hambre. Desesperado, empezó una huelga de hambre adentro, a raíz de la cual le dio un infarto y dicen los médicos que estuvo un minuto muerto.
Mucho más que por sí mismo, Gabriel luchó por los que lo necesitaban afuera, porque dice que ahí está lo más jodido de los padres o madres que están en prisión: que afuera hay “chiquitos” que los necesitan y que cargan con un karma que no hicieron nada para merecer.
Hoy hace lo que “le habría gustado que hicieran por él”, y está a cargo de Nuestros Hijos Nos Esperan, donde ex reclusos hacen libros de madera para entregar en las escuelas públicas. Así, cuando salen, tienen trabajo, comida y un techo para dormir. Para no caer en la misma otra vez…
Gabriel Camilo dice que en la cárcel la Fe y la palabra de Dios es el botiquín de primeros auxilios, critica “el folklore de la tumba” en la sociedad, afirma que perdonarse es un camino que aún transita todos los días y que la empatía hace pensar hasta al más cruel y duro de los seres.
Hoy Retruco Vale 4 se mete en el infierno de las cárceles, buscando la luz al final del túnel, la de la segunda oportunidad.