Emiliano Alfaro: “Nunca se me pasó por la cabeza creerme distinto a mis amigos por jugar al fútbol o llegar a la Selección”

Jugando en Huracán de Treinta y Tres y en la selección departamental, lo vieron de la Selección Uruguaya sub-17 y lo llevaron al Sudamericano. Después una extraordinaria carrera: Liverpool, San Lorenzo de Argentina, Lazio de Italia, equipos de Tailandia, Emiratos Árabes y la India, para volver a terminar en Liverpool de Belvedere, su primer amor. En una operación para ganar movilidad luego de romperse el tendón de Aquiles, perdió casi toda la sensibilidad de uno de sus pies. Emiliano dice que convivir con el dolor hoy “es normal”, y que ir al límite buscando su mejor nivel lo dejó con secuelas, como sucede en la máxima competencia para los futbolistas, con una exigencia física y mental demasiado grande. Hoy, Emiliano extraña la competencia, y por eso, sin apuros, se imagina algún día con el buzo de entrenador de Liverpool, aunque eso implique pagar el precio de bajar un rato del pedestal de ídolo eterno de “La Cuchilla”.