Con el “chip” a cuestas
Aunque a veces parece que la vida transcurre como si fuera un lento viaje en un antiguo carruaje, con rutinas agobiantes y un paisaje conocido, la realidad es que los cambios (muchas veces imperceptibles) se producen a ritmo de vértigo. Basta estar en la franja de cuarentones y cincuentones, para darse cuenta de que no hace mucho la carta manuscrita era casi la única vía de comunicación, la forma de saludar a la familia desde un destino en el mundo era a través de una postal y los saludos de fin de año eran realizados con tarjetas pobladas de motivos festivos. Aquella “revolución” de las tarjetas que al abrirlas tenían el “jingle bells” y hasta algunas luces, parece prehistórica.
La informática y el mundo digital, ha revolucionado de tal manera a la humanidad, que es imposible imaginarse un mundo sin estas múltiples plataformas donde se asientan nuestras vidas. Sobre esto reflexiona Raúl Pazos, en su Mundo de los Negocios, quien considera que ahora todos estamos obligados casi irremediablemente a vivir “con nuestro chip a cuestas”.
