Esteban Hoffman: “Tenemos ganas de sembrar, pero la reserva de agua en el suelo es muy baja”

A propósito, Hoffman explicó que los productores uruguayos tuvieron un año muy frío y seco y que el agua no podía faltar en la etapa final de los cultivos, sobre todo en los cereales que son de ciclo más largo.

“El agua no podía faltar la semana pasada y las chacras tuvieron suerte, distintos niveles de suerte, pero tuvieron agua. El norte ligó mal. Había un pronóstico casi consolidado con eventos de lluvia de 100 milímetros que no se dio. Es fundamental, porque no solo es la zona más seca, sino porque ha llovido poco y nada durante todo el invierno, el suelo no tuvo agua y no tuvimos suerte”, señaló.

El problema del déficit hídrico no solo afecta a la agricultura, sino que a las pasturas también y eso “puede ser muy grave”.

“En agricultura, la canola probablemente sufrió menos por las zonas donde está ubicada. La cebada sembrada en fecha se adapta bien a la seca; hay cosecha, los rendimientos están alejados de lo que pintaba, va a haber grano, pero hay que ver la calidad”, dijo.

De todas formas, sostuvo que el gran problema es el trigo por dos motivos: porque es de ciclo más largo y porque es muy susceptible a la sequía.

“Hay cultivos muriendo que se han enfardado, la gente creo que no es consciente”, lamentó.

“Tenemos todos los granos entonados. Está toda la esperanza en que va a llover, de que vamos a poder aprovechar los precios y vamos a poder sembrar. Tenemos ganas, expectativas de que llueva, pero la reserva del agua en el suelo es baja”, señaló.

En ese sentido, explicó que no se puede sembrar “con 20 milímetros” porque “vamos a perder plata”. “El ánimo está, hay preocupación, nunca perdemos la esperanza. No tenemos nada de agua en el suelo, hay que ser conscientes”, concluyó.

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