Tres jóvenes uruguayos desarrollan una tecnología para cultivos hidropónicos

 Tres jóvenes uruguayos desarrollan una tecnología para cultivos hidropónicos

“Él, cuando llegó acá, no había visto ni siquiera una vaca en su vida. Aparte venía de Canadá, que allá las cosas agropecuarias son muy distintas, también. Si bien creció acá y eso, era más un chico de ciudad. Y el agro tiene esa movida que viste que a muchos les gusta. Y a él le gustó, y le copó, y entonces dijo: ‘Bueno, vamos a desarrollar más tecnologías para el agro’”, relató en Carve el estudiante avanzado de Agronomía (sólo le falta la tesis) Germán Fernández.

Hablaba de uno de sus socios, Blas Melissari, ingeniero industrial. El otro socio es ingeniero en telemática y se llama Agustín Collazo.

Y retomó la narración: “Hicimos varias cosas y una de las que resultó, que tuvo más ‘pegas’, fue esta idea de Miniponics. Que él (Blas) quería hacer algo con producción vegetal y tener como una victoria corta. O sea, algo que más o menos pudiera afectar (positivamente) a la producción y que sea relativamente fácil de hacer”.

Germán dijo en El Mercado Agropecuario que a él se le ocurrió “el tema de la horticultura y, sobre todo, el tema de los invernaderos, porque los ciclos son mucho más rápidos” y apuntó a “mecanizar” su funcionamiento.

Visitó productores hidropónicos y le contaron la problemática que enfrentaban, relativa al uso de tecnología.

“Y luego se fue gestando que estaría bueno, en realidad, hacerlo en pequeña escala y hacer una especie de proyecto de agricultura urbana. Y ahí quedó la idea de Miniponics”, resumió Germán Fernández. En principio, con el objetivo de que habitantes de ciudades puedan producir -en espacios pequeños- sus propias hortalizas, para autoabastecerse y, además, aumentar sus ingresos.

El sistema es “muy simple”, afirmó: “Hay como una caja” -creada por Agustín Collazo-, “que controla todo. Uno va y llena el tanque de agua, pone las soluciones hidropónicas” y luego “el sistema se encarga de todo”.

Señaló que “la computadora que arma Agustín riega. Si detecta que hay mucha temperatura, hace que se encienda un ventilador y enfríe el invernadero. Incluso estábamos viendo de hacer una camarita que detectara plaga y te avisara. Y luego, en cualquier caso, sea que se rompió algo o se quedó sin agua el tanque, te avisa. En principio por medio del correo electrónico, pero la idea es hacer una App para el celular y que ahí te avise”.

Miniponics es una iniciativa apoyada por la Fundación Julio Ricaldoni, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. Está aún en fase experimental, pero sus responsables ya se plantean las etapas de marketing y comercialización, en Uruguay y el resto del Mercosur.

Germán Fernández explicó en Carve que esta tecnología puede aplicarse a la producción hidropónica profesional y también en invernáculos convencionales. Aclaró que no generará un “impacto significativo” en materia de aumento de la producción, “pero sí va a tener un impacto positivo en la calidad de vida del productor”.

En sus charlas con productores surgió que muchos de ellos dicen: “Yo no me puedo ir un domingo, yo no tengo vacaciones, porque estoy pendiente de si la bomba se rompe o no se rompe, y que siempre se rompe los domingos, cuando no hay nadie ni quien traiga repuesto, y el empleado no se da cuenta, y que si no abren la ventana del invernáculo…”.

“Esto le puede solucionar un poco la vida y que se pueda ir de vacaciones” porque, “si sucede algo, le viene una notificación al celular. Y ahí verá de volver o hablar con Fulanito de Tal, que le arregle el problema”.

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