Refugiados sirios acampan en Plaza Independencia y piden irse a “cualquier país” del mundo

 Refugiados sirios acampan en Plaza Independencia y piden irse a “cualquier país” del mundo

Una familia siria se encuentra acampando frente a Plaza Independencia reclamándole al gobierno que se quieren ir del país porque el dinero que les da el Estado no les alcanza.

Son la familia Alshebli, compuesta por 15 personas. El padre, la madre y trece hijos, de los cuales once están acá, en Montevideo, acampando frente a la Plaza Independencia.

Ibrahim Alshebli es quien oficia como vocero. Tiene 22 años y ayer fue uno de los que se reunió con Michelle Alfaro, una funcionaria de la ONU y jerarcas de la secretaría de Derechos Humanos.

En esa reunión, Alfaro le dijo a las familias sirias que están que no les buscará otro país al que puedan dirigirse, que entiende que el gobierno ha sido muy generoso con ellos y que sus miembros adultos deben trabajar.

Desde la secretaría de Derechos Humanos explicaron a Así nos va que para irse del país los sirios deben sacarse una visa como cualquiera de nosotros. Para esto deben ir a la embajada y solicitarla. El problema que se presenta en el caso de ellos es que son de Siria y algunos países niegan la visa a esta nacionalidad.

Desde la secretaría también dijeron que no tenían información de que hayan ido a alguna embajada a solicitar la visa.

También les dijeron que siguen haciendo esfuerzos para conseguirles trabajos.

Según la secretaría, los sirios muestran disposición de trabajar en cualquier cosa, ya sea en Montevideo o en Salto.

Los sirios llegaron a Uruguay en octubre de 2014 y Mujica los recibió en el aeropuerto.

En diálogo con Así nos va, Ibrahim Alshebli, dijo que ellos solo reclaman irse y que el dinero que el Estado les da no les alcanza.

En el 2016 el gobierno anunció un plan para que los refugiados presenten micro emprendimientos de hasta US$ 3.000.

La familia Alshebli presentó un plan. Como ellos son muy buenos haciendo queso de cabra, hicieron un curso y la intención era que comenzaran a producir queso de leche.

Fuentes de la Secretaría informaron que esto quedó trunco, ya que los objetos necesarios para la producción fueron comprados, pero parte del dinero se iba a destinar a la compra de dos vacas y no se ha hecho porque antes de comprar las vacas, el hombre que las va a ordeñar, y que es el padre de Ibrahim, el jefe de familia, debe sacarse el carnet de salud. Esto aún no ha sucedido.

Además, las dos personas que van a producir el queso, que son mujeres, aún no han hecho el curso de manipulación de alimentos, que dura un día. Por último, la familia aún no ha firmado el mono-tributo rural social. Esto tiene un costo de unos $3.000 y es algo que deben firmar todos los colonos antes de comenzar a producir.

El dinero que el Estado destina a estos micro-emprendimientos no es recibido por las familias, sino que son los técnicos que brindan apoyo quienes los ejecutan.

La familia Alshebli vivió en Montevideo, luego en San José, Juan Lacaze y Salto. En Salto están en un terreno cedido por el Instituto Nacional de Colonización en la Colonia Osimani Llerena.

Actualmente esta familia, por ser la más numerosa, recibe $40.000 mensuales. Ese dinero ha ido disminuyendo proporcionalmente, aproximadamente un 10% menos por mes. Es decir que en febrero recibían $50.000 y en diciembre del 2016 $60.000.

En mayo los refugiados van a pasar a depender del CORE, la coordinadora de refugiados del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El 9 de abril, el secretario de Derechos Humanos, Nelson Villarreal, se reunió durante una hora y media con los refugiados. Ahí se comprometió a seguir buscando alternativas para la inserción laboral de los adultos de todas las familias reasentadas.

Además, se les volvió a sugerir que vuelvan a Salto para desde allí poder seguir gestionando el apoyo.

Ibrahim explicó que ellos no están dispuestos a volver a Salto y que permanecerán en la Plaza Independencia hasta que les surjan oportunidades laborales o puedan irse del país.

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